Un amigo de la infancia

En el colegio, hablo desde los 6 a 12 años, tuve fundamentalmente dos amigos. Dos amigos a los que recuerdo siempre con un cariño especial. Con ambos perdí el contacto. Uno de ellos vive en mi ciudad así que inevitablemente nos hemos vitso, y aunque nbo ha seguido la amistad si que nos saludamos y sabemos qué es de nuestras vidas.

El otro se fue a estudiar fuera cuando pasamos al instituto, así que perdimos el contacto por completo. Veía de cuando en cuando a su madre a quien le preguntaba por él.

Hoy lo he visto en un bar, y hemos estado hablando. Joder, hacía 16 años que no hablaba con él. Ha estudiado farmacia (aun le queda una asignatura), vive en sevilla, y fue jugador profesional de futbol sala. Ahí es nada. Cuando me dijo esto último me quedé un tanto sorprendido, porque no me lo podía imaginar en absoluto. Lo dejó a los 25 años, después de que le destrozaran la rodilla.

No hemos hablado mucho, a penas 15 minutos, suficiente para ponernos al día en nuestras vidas, si estamos con alguien, donde trabajamos y poco mas. Quizá lo suficiente como para recuperar una amistad.

Y es que como decía Mary Shelley en Frankestain: "los compañeros de nuestra infancia siempre tendrán sobre nuestro espíritu un poder que difícilmente puede conseguir un amigo posterior".

Historias de amor prohibido

Siempre me han gustado las canciones de desamor. Alguien siempre me preguntaba si se debía a algún desamor y yo le decía que no, que simplemente me gustaban. Soy bastante idealista con eso del desamor, aunque cuando bajo a la realidad me resulta de lo más estupido.

El otro día escuché una canción en televisión,"Soñar contigo", de Zenet, que decía en la letra "dejame que me crea que te vuelvo loca". Una frase que me parece de una profundidad increible. De cómo querer a alguien y llegar a ese extremo, a pedirle "dejame esta noche soñar contigo", de absoluta sumisión. Como la historia que cuenta Serrat en Romance de Curro el Palmo (impresionante la versión de Antonio Vega). Y ese dolor extraño de amor, que definió Mario Puzo en Omertá: "Que suerte tienes de separarte de la mujer que amas. Es el mayor de los éxtasis".

Y pienso en la cantidad de amores que se quedan en el camino y de cuantas personas sueñan con volver loca a alguien, pero no por capricho, sino por amor. Y de lo poco conscientes que somos de que quizás volvamos loca a alguien y no lo valoramos lo suficiente porque no nos damos cuenta de que hay quien desea volver loca a alguien.

Cine: Slumdog Millonaire


En estos días de vacaciones estoy aprovechando para ver algo del cine que con el trabajo no me da tiempo de ver.

Una de las películas que he visto y que me han fascinado es Slumdog Millonaire. El hecho de que hubiera ganado 8 oscars ya hacía prever una gran película (no sé si como para ochos oscars, quizá ese año no hubiera grandes competidores).

Supongo que todos más o menos sabréis de qué trata: un chico participa en el conocido programa "¿Quiere ser millonario", el 50x15, y va acertando las respuestas recordando momentos de su dura vida en los que ha pasado por algo relacionado con la cuestión planteada.

Con escenas bastante duras, diluídas en la alegría general de la película, se hace un retrato de la India, y sobre todo de los niños de la india. Y todo ello aderezado con una bellísima Freida Pinto. La película casi que es pura poesía.

Quizá si me quedara con algo es con el mensaje alegre que trasmite la película. Ese pese a todo. Esa alegría que ya se transmitió con La vida es Bella, y de cómo su personaje principal, Jamal Malik (Dev Patel), sobrevive a todo gracias a su tesón por alcanzar su destino.

Y ya el baile final, durante los títulos de crédito, al más puro estilo Bolywood, que no cuadra muy bien con nada por cierto, termina por dar ese toque realmente alegre a la película.

En fin, que os la recomiendo encarecidamente.

El Canto del Loco

Son las 8.30 de la mañana un domingo y estoy de vacaciones. Si es que no sabéis el trabajito que cuesta romper la rutina de levantarse temprano. Así luego ando todo el día bostezando.

Ayer estuve en el concierto de El Canto del Loco. Me había regalado un par de entradas, pero se las di a mi hermano, a quien le encanta el grupo y se compra sus cds originales y todo eso, pero al final decidió no ir, porque sus amigos no iban y demás. Así que a última hora, entrando con media hora de retraso, llegué al concierto.

Unas 10.000 persnas. J y yo éramos los 10.002, allí al fondo de todo. Si llega a estar Manolo Escobar encima del escenario con un Cd del grupo puesto ni me doy cuenta. Así que lo único que me daba tranquilidad de que eran ellos era cuando entre canción y canción, Dani Martín decía alguna parida.

La verdad es que no estuvo nada mal. Eso sí, a pesar de que me gusta el grupo, no recordaba a penas las letras de las canciones, así que heme a mí, intentando cantarlas, haciendo memoria y lo que único que conseguía es decir la última sílaba de algunas palabras. Ya sabéis.

Hice alguna foto con el móvil, pensando en colgarla aquí, pero no se veía nada, así que grabé unos videos para que vierais el concierto. Suena fatal y se ve aun peor, pero es para lo que da mi Nokia 6500. Ahí os dejo el video...






P.D. A quien no vi en absoluto fue a la novia de Dani Martín, mi adorada Patricia Conde... Una pena.




Primera semana de vacaciones

Mi nuevo blog. Pues eso.

Llevo ya una semana de vacaciones, muy interesantes por cierto.

Lo más destacada el viaje que hice a Torremolines a principios de semana. Sí, nuevamente a Torremolinos.

Me fui con un primo mío y su mujer. Este primo es para mí como un hermano, somos de la misma edad (un mes nos diferencia), así que hemos vivido muchísimos momentos juntos, sobre todo al comienzo de la adolescencia, cuando contábamos con 13 o 14 años.

Nos fuimos el lunes por la mañana y allí estuvimos hasta el miércoles por la tarde. Tres días metido en la piscina, sin hacer nada, salvo mantenerme a flote. Desconectado del mundo, sin llamadas al móvil, sin estres, sin problemas. Eso es vida.

El Hotel, El Pinar. Cuatro estrellas que no sé quién se las concedió. Bastante antiguo, pero con un bufet libre aceptable y una piscina interesante. Los precios, bastante bajos.

La piscina del Hotel

Lo mejor, o casi, las animadoras. Tres chicas, una francesa negra, con voz altamente estridente, una española y una alemana creo. La española, con cierto parecido a Bebe pero en guapa, estaba casi dedicada al completo a los niños, las otras dos animaban al público. Mi gran pregunta era si eran así de simpáticas porque les pagaban o les pagaban porque eran así de simpáticas. Además es que estaban siempre así durante todo el día. Y así que te las veías aparecer, por ejemplo, vestida de diana dispuesta a que le tiraras unas bolas al cuerpo o llegaban a las cuatro de la tarde a la piscina gritando

¡¡¡WATERPOLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Y buscando a clientes que quisieran jugar un partido. Un español de Ciudad Real se apuntó, y como no había más españoles me pidió que jugara con él, para al menos, entenderse con alguien. Y como todos sabéis que España es una potencia mundial en Waterpolo y algo llevaremos en la sangre, ganamos al otro equipo (medio francés, medio alemán) por 10-5.



Con mi primo rememoramos viejos tiempos, sabiéndonos ya algo mayores, recordando uno a uno todos aquellos que formaban parte de nuestro grupo de amigos, allá por el 95-96, cómo a algunos se les perdió la vista, cómo otros que antes eran gordos y bastante negados para el deporte , ahora son profesores de educación física, o guionistas de tv, o aspirantes a actores, o cómo otros simple y llanamente desaparecieron del mapa, y lo más triste, aquellos que murieron en el camino por la lacra del cáncer, o se quedaron en estado vegetativo al estrellarse con una moto contra una señal de tráfico.

Me qudan aun más de dos semanas de vacaciones. Ya os iré contando con detalle.

Vacaciones!!!!

23 días de vacaciones. Desde el día 1 al 23. Nunca he disfrutado de 23 días de vacaciones (salvo cuando estaba en el instituto, claro). 23 días sin hacer gran cosa. Sentarme en el sofá, ver películas en dvd, leer, hacer deporte, ir a la playa, salir a tomar unas cervezas, terrazas veraniegas, dormir...

Ya os iré contando mis peripecias veraniegas.